(…) el patrimonio es entendido más allá de la concepción dominante en la sociedad nacional, según la cual éste es siempre un objeto físico, esencialmente del pasado humano histórico prehistórico, que se puede manipular para efectos de su rescate, protección y preservación. En esta obra esta idea es aceptada, pero al mismo tiempo ampliada.
Para sus compiladores, el patrimonio es una potencia, específicamente, aquella potencia para la vida humana. Esta noción implica reconectar dos elementos fundamentales dentro de toda la epistemología clásica que la concepción imperante desligó, a saber, el sujeto y el objeto.
La perspectiva adoptada en esta colección considera el patrimonio como una fuerza viviente que representa el estado de la sociedad humana, de la que es parte, como el resultado, tanto de la actividad y los esfuerzos coordinados de sus miembros, como también del impacto que fuerzas externas tienen sobre ella.